21. El equilibrio interior (Capítulo 5, para 4) 4n5a10

Punto número cuatro estudios y da moderación y el deseo de saber la estudios sida es la virtud que modera el deseo de saber qué es tan natural en el hombre como el deseo de vivir o de reproducirse aunque no tan vehemente el hombre ese espíritu encarnado y su naturaleza a la vez corpore y espiritual no sólo tiende a mantener materialmente la individuo la especie apetito de alimentos y apetito sexual respectivamente también existe una fuerte tendencia al propio objeto de las facultades espirituales es el conocimiento y el amor la frase dar instante de aristóteles al comienzo de su meta física todos los hombres por naturaleza desean saber es algo que afecta a todo ser humano no ite excepciones la estudio sida tiene por objeto propio el conocimiento y como toda templanza supone un término medio entre dos extremos viciosos la curiosidad por exceso la negligencia prensa mental apatía o indiferencia por defecto por parte del alma el hombre desea conocer todas las cosas y por eso le conviene reflexionar este apetito de saber para que no sea y moderado pero por parte de su naturaleza corpore a el hombre tiende a evitar el trabajo y el esfuerzo que supone adquirir conocimiento la moderación propia de la estudios y edad no consiste era entonces entrenar sino han estimular el apetito de con hacer para superar las dificultades y adquirir la ciencia necesario más aún la estudiáis estudio ciudad parece oponerse más al vicio por defecto es decir a la negligencia que al vicio por exceso que es la curiosidad según nos dice tomás de aquino en sí mismo el conocimiento de la verdad es bueno pero la estudios y dan nos dice relación directa con el conocimiento sino con el deseo del mismo y este sí que puede ser recto o perverso cómo sería el caso de quien tuviera interés en aprender algo para entorpecer el cese soberbia hacerse o para aplicarse algún otro vicio en ambos casos este interés sería vicioso porque al deseo de conocer la verdad se une algo malo además podría ocurrir que el mismo deseo de aprender en sí mismo estuviera desordenado como corre cuando por la ap aplicación al estudio de los menos útil pero más placentero se deja al estos días de lo que es necesario como el estudiante que sólo estudiar lo que le gusta o se dedica a hacer los trabajos entretenidos pero no se centra en el estudio a fondo de las materias más arduas y difíciles la estudios sida es una virtud necesaria para cualquier actividad humana en efecto todo trabajo humano hasta el mas material presupone en su origen cierto conocimiento consecuencia de la aplicación de la razón al estudio o reflexión sobre la propia actividad por ello se puede afirmar que en la raíz de todo tra bajo bien hecho esta la virtud de la diversidad y que muchas veces tras la pereza se esconde una corrupción de la estudios sida por paradójico que parezca la curiosidad es causa de la pereza esa muelle desgarra del corazón que no se atreve a lo grande para lo que el hombre está llamado y lo que es vagancia que traiciona el propio ser se convierte luego en divas la acción por eso dice tomás de aquino que la pereza es inquietud errante del espíritu esa inquietud del ánimo se manifiesta luego en el torrente de palabrería en el descontrol y en las ganas de escapar del recinto amurallado del espíritu para derramar se la pluralidad da en el desasosiego interior en la inestabilidad en la imposibilidad de asentarse en un lugar y de decidirse por algo exactamente en eso que se llama curiosidad insaciable así dice yo sé piper en las virtudes fundamentales la conexión entre pereza de curiosidad es innegable y por eso personas muy activas y curiosas pueden ser en el fondo perezosas existe una faceta sensibles de la curiosidad a la que la estudios y da debe prestar especial atención en efecto puesto que el hombre se siente atraído de manera especial hacia aquello que alarga la sensibilidad es natural que su pensamiento se dirija principalmente a esto es decir que busque el modo de dar gusto a su sensibilidad por cualquier medio por eso la curiosidad tiene por objeto principal