El juez procesa al fiscal general del Estado y señala a Presidencia del Gobierno 3k3o4w

En libertad, con Jano García.

Damas y caballeros, ¿qué tal? ¿Cómo están? Sean bienvenidos a esta noche del 9 de junio de 2025.

Antes de entrar en la actualidad política, me gustaría comunicarles que este próximo domingo, 15 de junio, a las diez y media, estaré en la Casa del Libro para... Perdón, la Feria del Libro. La Casa del Libro, ¿no? En la Feria del Libro para estar ahí pues con todos ustedes, firmando los ejemplares que consideren oportunos en la caseta número 356.

Este domingo, si es que Almeida nos deja, porque a lo mejor pues ya hace mucho calor, cosa que nunca había ocurrido en estas fechas, y nos cierra el retiro. Pero si no nos lo cierra, a las diez y media, en la caseta número 356, ahí estaremos para estar con todos ustedes.

Quien podría estar también firmando autos de procesamiento es el fiscal general del Estado, pero parece ser que no va a ser así. Porque, bueno, esto, dices, es noticia. Hombre, ¿qué quieren que les diga? Lo que estamos viviendo en España es insólito. O sea, es que no hay caso igual. Muchas veces decimos, es que lo que pasa en España no pasa en otros países. Muchas cosas ocurren en otros países. Esto sí que no. Tener un fiscal general del Estado procesado, pues esto no lo habíamos visto. Que estuviese imputado, pues tampoco.

Y que permanezca en su puesto, todavía menos. Pero es que además, en el auto que ha publicado el juez Hurtado, hay una frase, en fin, demoledora. Hechos, pone. A nivel indiciario propio del momento procesal en el que se encuentra la causa, a juicio de este instructor, cabe presumir que, a raíz de indicaciones recibidas de presidencia del gobierno, y aprovechando información publicada en el diario El Mundo a las 21 horas y 29 minutos del día 13 de marzo de 2024, Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, y conociendo que se trataba del ciudadano Alberto González Amador, es decir, el novio de Isabel Díaz Ayuso, llegó a un acuerdo, en un pacto conformidad penal, entró en una dinámica de un frenético intercambio de comunicaciones entre distintos fiscales, principalmente a través del sistema de mensajería mediante WhatsApp, que ya saben que borró todos sus mensajes.

Pero es que esto ya no se queda en el fiscal general del Estado, sino que hay que ir más allá, y es quién le dio la orden. Todos intuíamos, pues quién iba a ser. Pero por primera vez aparece reflejado que fue siguiendo instrucciones de presidencia del gobierno. Ahí no está sólo Pedro Sánchez, está también Óscar López Calienta Quesales, que es el próximo.

Al final, los tontos siempre son los primeros. Y bueno, pues está el fiscal, y ahora será Óscar López. Claro, esto, insisto, no ocurre en ningún otro país, y algunos dirían, bueno, seguro que este hombre ya ha dimitido. He dicho, bueno, hasta aquí, ¿no? Ya había tan procesado, pues márchate. ¿Qué va? No, no, no.

Salía el ministro de Justicia, esto es lo dramático, Félix Bolaños, a defender, por supuesto, la presunción de inocencia del fiscal general del Estado. No he leído el auto, como les decía, pero sí he leído una noticia donde se hace referencia a esa parte del auto donde se dice que hubo eventuales instrucciones de la presidencia del gobierno de la Fiscalía General del Estado.

Quiero negar rotunda y categóricamente esto. Esto no sucedió nunca, y lamento muy mucho que el Tribunal Supremo haga una afirmación tan grave sin ninguna base probatoria, porque esto no sucedió nunca. La carita con la que se queda. Nunca. Es decir, que sucedió. Imagínense, algunos podrían decir, oye, quizá es la primera vez que Bolaños dice la verdad. Si uno es así de ingenuo, pues sí, podría serlo, podría serlo, sí, sí.

Claro, los que nos comemos todos los días estas cuestiones sabemos que si Bolaños dice que esto es rotundamente falso, es que es rotundamente cierto. Porque si no fuese así, ¿qué me está contando Bolaños? ¿Qué nos está diciendo a los españoles? Que hay un fiscal general del Estado que se dedica a cometer delitos, en vez de perseguirlos, por su cuenta.

Y esto no enfada al gobierno. Que ya saben de quién depende la fiscalía, que es lo que decía Sánchez.

Porque, hombre, si esto fuese así, el gobierno diría, pero es como podemos tener a este presunto delincuente aquí, fuera, lárguese. Pero no, no, no, no, no, no es el caso.