
El choque con Isabel Díaz Ayuso es la especialidad de la casa y Ayuso no es de las que se esconden. Si la buscan, la... 3d435z
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Hoy hablaremos menos de las cloacas del PSOE gracias a la Conferencia de Presidentes de Barcelona, que para eso se convocó: como una cortina de humo, una ocasión para la tertulia de gestos a falta de reformas. ¿Es útil reunir a los presidentes autonómicos y al Gobierno de un estado descentralizado? En teoría lo es. En Alemania hubieran elaborado con tiempo un orden del día consensuado, con equipos de trabajo bilaterales que van avanzando hacia acuerdos que se rubrican el día de la Conferencia. En Alemania, además, un canciller socialista dimite cuando se queda en minoría. Pero aquí, en la España de Pedro, tenemos un Ejecutivo que no puede presentar presupuestos, acosado por escándalos de corrupción y extorsionado por los siete votos de un prófugo separatista. Y para tapar todo eso y alargar al máximo la agonía, Moncloa ha diseñado una legislatura de propaganda y confrontación. Y dentro de esa estrategia, el choque con Isabel Díaz Ayuso es la especialidad de la casa. Y Ayuso no es de las que se esconden. Si la buscan, la encuentran. Y eso es lo que ha pasado esta mañana en Barcelona. Ella había advertido que se saldría de la reunión si se imponía el pinganillo, imposición ciertamente estúpida entre españoles. Pero en cuanto Pedro la oyó, vio el cielo abierto: ya tenía plan para desviar la atención de sus escándalos, al menos por un viernes. Así que nada más llegar se ha puesto a elogiar las lenguas cooficiales en su discurso inaugural para ir provocando a Ayuso; ha continuado esa tarea de provocación Salvador Illa sin apearse del catalán y la ha rematado el lehendakari Pradales Gil con el esukera, a pesar de que tiene ocho apellidos burgaleses. Hasta Barbón ha chapurreado alguna cosa en bable, más que nada por no quedarse atrás en el certamen de folclore. Y claro, Ayuso se ha levantado y se ha salido de la sala hasta que se ha restablecido el uso de la lengua común. Pero eso no ha sido todo. Porque además Ayuso le ha hecho una cobra a Mónica García. La ministra de Sanidad ha ido a darle dos besos y Ayuso le ha tendido la mano y le ha preguntado: “¿Vas a besar a una asesina?”. Y esto me parece más interesante que la espantada del pinganillo. Porque delata la incompatibilidad de Ayuso con la hipocresía. Estamos habituados a que los políticos sean unos cínicos, a que digan una cosa en público y otra en privado, a que se insulten y luego se citen en secreto como si nada. Como si las palabras no pesasen. A Ayuso le cuesta convertirse en una política profesional: a ella que la llamen “asesina” le sigue doliendo. Y sospecho que su éxito electoral se debe a que actúa como actuarían sus votantes si les insultan y luego pretenden besarlos. Quizá sería más astuto disimular, hacer como si nada, seguir gobernando con su cómoda mayoría absoluta y contemplando con indiferencia los esfuerzos de la izquierda por judicializar el drama de las residencias, maniobra desesperada que está condenada al archivo una y otra vez, aparte de que perjudica electoralmente a los necrófilos. Pero la presidenta madrileña debe su popularidad precisamente a que se muestra auténtica. No se presta al paripé de tú me llamas asesina y yo te doy dos besos porque, ya se sabe, el juego político es así. Bueno, pues no tiene por qué ser así. Un cierto nivel de fariseísmo quizá sea inevitable, pero igual ella ciudadanía está demandando políticos más sinceros. Más auténticos y menos de cartón piedra. En cualquier caso la Conferencia de Presidentes ha sido el fracaso que era previsible: no hay ningún tema importante en el que estén de acuerdo Gobierno y PP ni ganas de acercar posturas. Esto no era más que una foto. Y a Pedro no le ha ido mal, porque ha conseguido polarizar con Ayuso y desviar por un día la atención de Leire y compañía. A Ayuso tampoco le ha ido mal, porque estos gestos de rebeldía se reciben con entusiasmo entre su creciente electorado. Quizá Feijóo habría preferido menos ruido y más unidad, pero es probable que la tensión de hoy le ayude a llenar las calles el domingo. Y así seguirá agonizando la legislatura más estéril de la democracia". 1c4314
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