
Crímenes Reales Sin Resolver Parte # 8 - Podcast Shorts 6w6u36
Descripción de Crímenes Reales Sin Resolver Parte # 8 - Podcast Shorts 2q6nc
Tres mujeres sin nombre: asesinatos sin resolver en España Las calles guardan secretos que nunca fueron narrados. Las víctimas no tienen historia; solo un cuerpo. Y la justicia, a veces, es más callada que la muerte. Estos tres casos demuestran que el anonimato es una forma cruel de desaparición. Número 3: La mujer del Monte Artxanda (Bilbao, 2009) Encontrada en un sendero, sin historia. Interpol pidió ayuda… nunca apareció un nombre. El 6 de febrero de 2009 amaneció con una figura solitaria: el cadáver de una mujer, de entre 30 y 40 años, hallado junto a un camino forestal en el Monte Artxanda, una colina que vigila Bilbao. Estimaciones forenses datan su muerte entre el 3 y el 5 de febrero. Vestía ropas comunes: chaqueta azul, jersey oscuro, pantalones y botas Dr. Martens—talla 5, 166 cm de estatura, complexión habitual. En su hombro una mochila azul y una pulsera. No había documentos. No había detalles íntimos. Interpol lo incluyó en su campaña “Identify Me” bajo el código ES01, junto a otros seis casos en España eldiario.es +1 elperiodico.com +1 unidentified-awareness.fandom.com +8 interpol.int +8 elperiodico.com +8 . Se sospecha que podría ser europea del Este. No se han encontrado indicios claros de violencia: no había heridas visibles ni rastros de pelea. Algunos creen que pudo haber sido envenenada . Pero no hay confirmación oficial. ¿Por qué sigue sin resolverse? Ningún ADN coincidente en bases internacionales. Su hallazgo en zona escasamente transitada limitó testigos. No se ha publicado protocolo completo de investigación. Su identidad y causa de muerte siguen en un limbo. Artxanda se ha convertido en una postal del olvido. Interpol y la Policía Nacional siguen solicitando datos. Pero sin nombre, no hay historia, y sin historia, no hay justicia. Número 2: La mujer del Parque de la Ciutadella (Barcelona, 2013) Un cadáver apareció envuelto en la Ciutadella. Estrangulada, sin nombre, sin eco. La mañana del 14 de marzo de 2013, un paseador con su perro halló el cuerpo de una mujer entre los arbustos del Parque de la Ciutadella. La autopsia reveló signos de estrangulación, mandíbula fracturada y contusiones —pero no pruebas de abuso sexual facebook.com +14 lavanguardia.com +14 feminicidio.net +14 interpol.int +1 eldiario.es +1 barcelonasecreta.com . Decidieron no revelar más detalles ni fotografías oficiales. La policía confirmó que estaba sin identificar, y no se halló ningún documento. Sin ADN que vincular, ni testigos. Tampoco se activó ninguna alerta de persona desaparecida con esas características. No hubo perfiles publicados ni campañas ciudadanas significativas. Nadie supo quién era. ¿Por qué no se resolvió? No se cruzó ADN con otras bases de mujeres desaparecidas. La causa de muerte (golpe + estrangulación) no reveló características exclusivas. La investigación no contó con apoyo mediático o comunitario. En verano, los parques suelen estar muy transitados; sin testigos, sigue sin explicación. En una rotonda cercana hay placas en honor a otras víctimas, pero la mujer del parque sigue siendo un rostro fantasma entre los sauces. Número 1: La mujer del río Segura (Murcia, 2014) Un cuerpo aparece en el Segura. Sin nombre. Sin mapa. Sin patria. En la primavera de 2014, unos pescadores encontraron el cadáver de una mujer en el río Segura, en la Región de Murcia. No había documentos ni testigos. El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición. No hubo público interés, y apenas consta información oficial en la prensa o en documentos judiciales. Según diversas fuentes locales, podría tratarse de una inmigrante sin papeles. No se sabe cómo llegó allí ni si fue víctima de violencia. El caso se archivó sin identificación. A pesar de que la presión del frío río podría haber preservado vestigios, nadie solicitó muestras de ADN o testigos en su entorno. ¿Por qué este caso permanece en silencio? Se asumió que era una “persona sin hogar” o inmigrante irregular. No se activaron protocolos de búsqueda ni retratos robots. No hubo campañas de ADN abierto ni cooperación internacional. La investigación se cerró sin identificar causa ni víctima. En Murcia, el río Segura fluye sin testigos. Pero esa mujer no tiene rostro, no tiene historia, no tiene nombre. Sólo el agua. Epílogo: El anonimato es otro tipo de muerte En estos tres casos, no importa cómo murieron. Lo que duele es que nunca existieron para la sociedad. Nunca tuvieron nombre. Nunca tuvieron justicia. Fueron tres cuerpos, tres silencios, tres errores colectivos. ¿Cuál es la siguiente pregunta? ¿Qué se hace en la investigación cuando no hay ADN? ¿Se abandona? ¿Cómo se engarzan protocolos de identificación en quienes no tienen documentación? ¿Por qué no existe un sistema nacional eficaz para identificar cadáveres sin nombre? Cada uno de estos casos demuestra que una muerte sin historia termina por desaparecer del mapa. Pero para sus familias, los que nunca fueron vistos, nunca serán: nunca serán investigados, recordados, llorados. La justicia no entiende de silencios. Pero el olvido, sí. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/2326979 3n6v5h
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Estos son tres crímenes reales sin resolver parte ocho.
Hoy vamos a sumergirnos en tres casos ocurridos en España que, bueno, comparten una característica muy triste.
Sus víctimas siguen sin nombre.
Exacto.
Son historias que impactan porque nos enfrentan a esa a esa doble tragedia, ¿no? La muerte violenta y, además, la pérdida de la identidad.
Vamos a ver qué se sabe y, sobre todo, qué sigue siendo un misterio.
Empezamos en el norte, en Bilbao.
El 6 de febrero de 2009 apareció el cuerpo de una mujer en el Monte Archanda, en un camino forestal.
Sí, la muerte se estimó entre el 3 y el 5 de febrero.
Era una mujer de entre 30 y 40 años, más o menos 1.66 de estatura, complexión normal.
¿Y llevaba algo que ayudara a identificarla? Pues ahí está el problema.
Vestía ropa bastante común, chaqueta azul, jersey oscuro, pantalones, unas botas Dr.
Martens de la talla 5 inglesa.
Llevaba una mochila azul y una pulsera.
Pero lo crucial es que no tenía ninguna documentación encima.
Cero.
Nada de nada.
¿Y la causa de la muerte? ¿Se supo algo? Pues mira, eso es lo extraño del caso.
El primer examen no encontró signos evidentes de violencia, ni heridas, ni señales de pelea.
Nada que indicar un ataque claro.
Qué raro.
Sí, desconcertante.
De hecho, Interpol incluyó el caso en su programa Identify Me, con el código ES01.
Buscan ayuda ciudadana para identificar cuerpos que no se sabe quiénes son.
¿Y si no había violencia clara, qué se pensó? ¿Se habló de que podía ser de Europa del Este? No.
Sí, fue una de las líneas que se barajó, por algunos detalles, pero nunca se confirmó.
Y claro, al no haber trauma físico evidente, pues surgió la hipótesis del envenenamiento.
¿Envenenamiento? Se especuló con ello, sí.
Pero hay que decir que oficialmente las autoridades nunca lo han confirmado.
Sigue siendo eso.
Una especulación para intentar explicar lo inexplicable.
Y tantos años después sigue igual, sin resolver.
¿Por qué? ¿Qué ha fallado? Pues principalmente el ADN.
No ha habido coincidencias en ninguna base de datos, ni española ni internacional.
Es como si no existieran los registros.
Ya.
A eso súmale que la zona donde la encontraron, Archanda, aunque cerca de Orilvao, ese camino concreto, bueno, no es un sitio de paso masivo.
Pocos testigos potenciales.
Y además, muchos detalles de la investigación no son públicos.
Así que, ni identidad, ni causa de muerte confirmada.
Un bloqueo total por falta de nombre.
Es tremendo cómo la falta de identidad levanta un muro infranquerable.
Y lo peor es que no es un caso aislado.
No, por desgracia no.
Unos años más tarde, en 2013, nos encontramos con otro caso en Barcelona, en el Parque de la Ciutadella.
Con algunas similitudes, pero bastante más violento.
¿Qué ocurrió allí? Pues el 14 de marzo, un hombre que paseaba por el parque encontró el cuerpo de una mujer.
Estaba oculto entre unos arbustos.
Pero aquí sí hubo violencia, ¿verdad? Sí, sí, aquí sí.
La autopsia reveló signos claros de estrangulamiento.
Tenía la matíbula rota, contusiones varias.
Lo que no encontraron fueron pruebas de agresión sexual.
¿Y la identificación? Igual que en Bilbao.
Sin documentos, se analizó el ADN, pero nada.
Ninguna coincidencia.
Tampoco cuadraba con ninguna denuncia por desaparición que hubiera activa en ese momento.
Pero la Ciutadella es un parque muy céntrico en Barcelona.
Aunque fuera marzo, es raro que nadie viera nada sospechoso, ¿no? Llama la atención, sí.
Es una de las grandes preguntas del caso.
¿Cómo pudo ocurrir algo así allí sin testigos? El motivo, el agresor, todo es un completo misterio.
Entonces, ¿por qué crees que este caso tampoco avanza? Pues una combinación de factores, seguramente.
La falta de conexión del ADN es clave, claro.
Luego, la muerte fue violenta, pero quizá sin elementos forenses tan distintivos que permitan cazar un perfil muy específico del culpable.
Y puede que también influyera que no tuviera tanta repercusión mediática como otros crímenes.
Al final, volvemos a lo mismo.
Sin identidad, es muy difícil tirar del hilo.
Un hilo roto desde el principio.
Y aún nos queda un tercer caso, ¿verdad? Nos vamos a Murcia.
Eso es.
Primavera de 2014.
Unos pescadores encontraron un cuerpo en el río Segura.
Estaba en un estado de descomposición bastante avanzado.
Y me imagino que...
Exacto.
Sin documentación, sin testigos del momento, la información oficial sobre este caso es todavía más escasa que en los otros.
Muy poca cosa.
¿Se sabe algo de la investigación? Pues, lo poco que trascendió, a nivel local, es que el caso se acabó archivando sin identificar a la mujer.
Y aquí entran en juego algunas, bueno, algunas especulaciones que son preocupantes.
¿Qué tipo de especulaciones? Se llegó a comentar la posibilidad de que fuera una inmigrante sin papeles.
O quizá una persona sin...
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