Del escenario a la paternidad, una historia de amor y música 1w6a4v

Aquí estoy, haciendo país fuera de mi patria, aquí estoy, mirando crecer a mis hijos, mi razón entendí.

Te voy a decir una frase o una situación y tú vas a decir si lo vas a afinar o tú lo dejas fuera de ese repertorio.

Esa frase yo le debía haber dado el porcentaje de autoría a mi papá.

Y él me dijo, hijo, ¿dónde está tu corazón? Y yo, papá, ¿tú sabes dónde está mi corazón? Está allá con mi niña.

Entonces tú tienes que ir donde está tu corazón.

Sentía como que el mundo se me había volteado por completo, estaba totalmente desilusionado.

Y yo dije, bueno, músico no voy a dejar de ser jamás, pero artista no más.

Baja, baja, baja, que esto lo baila Pique con Shakira, lo baila Pitbull con Paulina.

Bienvenidos todos por acá. Como siempre, les saluda Jailene Wildemut.

Este es Activando tu Vida Podcast.

Ustedes saben que me encanta buscar esas historias que inspiren, que nos motiven, que sean muy real.

Y hoy vine al estudio de una persona muy especial.

Este tremendo invitado que le encanta comunicar con el alma.

La música lo acompaña muchísimo y les voy a hablar un poquito de él.

Él es cantautor, compositor, productor, comunicador social.

Y ha hecho de sentimiento y la autenticidad sea parte de su sello.

Desde Caracas hasta Santiago, con cuatro en las manos y mucho ritmo en el corazón, ha recorrido un camino lleno de notas, vivencias y letras con propósito.

Su talento como compositor ha sido reconocido, imagínense, con Latin Grammys, con Grammys, con Pexi Music y muchos premios más.

¿Por qué? Porque ha hecho colaboraciones con grandes de la música latina, ha puesto palabras, emociones que otros solo sienten.

Y ha hecho que esta gente baile, cante, sane con cada una de sus canciones.

Pero más allá del escenario hay un hombre, sensible, valiente, un papá comprometido, que ha tomado decisiones profundas, de las que vamos a hablar hoy, que han cambiado su vida y su rumbo.

Hoy se sentará aquí con nosotros, porque le invadimos el espacio, Angel.

Mira, gracias por permitirme estar aquí en tu espacio, tu espacio más íntimo, donde desde ahora salen como muchas cosas hermosas, porque esto aquí es una génesis, que más adelante vamos a hablar de esto como tal.

Pero para mí es un honor estar en este espacio, yo creo que esto es como su santuario.

Entrar aquí y ver cada vibra de lo que hay en detalle, me fascina.

Pero yo quiero empezar a hablar con Angel, ese niño soñador, ese niño que estaba una vez en Caracas y que tuvo inspiración en dos mujeres hermosas, que es su profesora y su mamá.

Quiero que me hables de ese Angel, ese niñito que le gustaba escribir.

A los 11 años ya te estabas pensando en escribir estas cosas tan profundas.

Cuéntame, cuéntame de tus mujeres y cuéntame de todo lo que fluye.

Para después decirle a la gente, ¿quién es el Angel artista o el que ves en las redes? Vamos a la génesis.

Mira, te cuento que ese niño todavía está.

Porque yo soy un niñito, o sea, un niñito ya con las cargas y las responsabilidades de un adulto, pero que sigue teniendo alma de niño, que sigue soñando de reírme y de divertirme haciendo las cosas.

De hecho, siempre que voy a tomar un proyecto, si no me resulta divertido, no lo tomo y ya.

¿En serio? Sí, o sea, yo tengo que encontrarle como que el gusto a lo que voy a hacer, porque si no, prefiero no hacerlo y ya.

Y es curioso que me nombres a estas dos mujeres maravillosas, que son mi mamá y mi profe de música, que es mi mamá musical, Carol Moncavuteli, porque ellas dos tienen un papel muy importante en este álbum que acabo de estrenar, que se llama A prueba de balas.

A mi mamá le hice una canción que se llama Para Rosalía.

Es que la escribí hace muchísimo tiempo, pero como yo estaba en esto de hacer un álbum bien personal, bien íntimo, donde hablaré de las cosas que a mí me importan más, que son básicamente mi papá, que en paz descanse, mi mamá, mis hijos y mi país.

Y dije, o sea, tengo que agarrar esta canción, que escribí mucho más chamo, la adapté para poder decir las cosas como las digo ahora.

Claro, que ya hay otro idioma, otro lenguaje.

Totalmente.

E incluí esta canción para mi mamá.