ENERGIAS RENOVABLES MUY POSITIVO, PERO CUIDADIN 4d1k2a

Bienvenidos amigos y amigas a tertulias, somes y chascarrillos, programa de entretenimiento donde cualquier persona puede expresar pensamientos, opiniones y posibles soluciones.

Hoy nuestra tertulia va a tratar sobre energías renovables.

Nos la remite el señor J.Casildo desde una villa situada al oeste de Gijón y nos dice lo siguiente.

Dice, estimados amigos, le remito estas opiniones de alguno de nuestros vecinos sobre el tema de energías renovables.

Como de costumbre nos reunimos en la biblioteca, vecinos de todas las edades y posiciones, para tratar diferentes temas que consideramos son importantes para todos.

Salió como tema preferente don J.Wilson Pérez, gran visionario industrial que emigró a hacer las Américas, hizo una gran fortuna y regresó a nuestra villa.

Este hombre se hizo propietario de 10.000 hectáreas de terreno de cultivo aquí en nuestra villa.

En aquella época los habitantes de esta villa estaban orgullosos y contentos con la prosperidad que Wilson Pérez aportó a este lugar.

Había trabajo, se constituyó una cooperativa agrícola e incluso se exportaba a otros lugares dentro y fuera de España nuestros productos.

Fueron unos años de bonanza, de crecimiento y estabilidad.

Desgraciadamente, todo cambió radicalmente cuando el señor Wilson, influenciado por uno de sus hijos, decidió vender o compartir casi la mayoría de esos terrenos con una gran empresa eléctrica que evitaremos nombrarla.

Pues le vendieron la idea de que utilizando esos terrenos para la generación de energías renovables ganaría millones siendo socio de esta compañía.

El señor Wilson al principio fue escéptico y no lo veía muy claro, pero su hijo mayor condicionado por la codicia le hizo cambiar de idea.

En resumen que se asoció con esta compañía eléctrica y les cedió el 80% de los terrenos para la construcción de estas fuentes de energía.

Y aquí estimados amigos tertulianos empezó el declive de nuestra hermosa villa y también el del señor Wilson.

Los motivos fueron los siguientes.

Empezaron por eliminar todos los árboles frutales en infinidad de hectáreas.

Todo lo que había sido tierra de cultivo fue arrasada para la instalación y construcción de estas estaciones.

Las promesas de grandes beneficios económicos fue casi como el timo de la estampita, pues al cabo de un par de años la propietaria mayoritaria era dicha compañía eléctrica, dejando al señor Wilson casi arruinado por haberse quedado sin terrenos y sin los beneficios que le prometieron.

Por otra parte nuestra villa ha quedado sin cooperativa, sin árboles, sin cultivo y con un aspecto que parece una ciudad de ciencia ficción y lo peor que estamos sin alternativas.

Nuestros jóvenes nos dejan por no tener medios y es algo muy triste.

Llegamos a la conclusión de que las energías renovables son necesarias, pero no a cualquier precio.

No podemos perder cultivo, árboles, fauna, etc, etc.

Sí al progreso, pero no a la especulación de grandes compañías, destruyendo poblaciones y medios de vida.

Si hemos sido capaces de ir a la luna, debemos ser capaces de buscar equilibrio entre tecnologías y no destrucción de agricultura, fauna, etc, etc.

En definitiva, lo que es la vida.

Por cierto, el señor Wilson murió y su hijo está trabajando colocando placas en una empresa eléctrica.

Un saludo amigos y gracias por compartir esta tertulia.

Pues muy bien, amigos nuestros, muchas gracias por remitirnos vuestras opiniones.

Nosotros desde aquí la opinión que os podemos dar, lo que pensamos, es que realmente tenéis razón, porque muchas veces se han producido este tipo de circunstancias.

O sea, debemos pensar que el ser humano debemos ayudarnos para que nuestra vida sea más positiva, más limpia.

Las energías son totalmente necesarias, evidentemente que sí, pero lo que ocurre es que a veces la codicia humana hace que lo que es tecnología y nuevas perspectivas se convierta en especulación, ¿verdad? En especulación financiera.

Y entonces aquí es donde se derivan los problemas, ¿de acuerdo? Entonces claro, yo entiendo, o entendemos, vamos, que el ser humano, o ser humano humano