Grosjean esta vivo gracias a la seguridad pasiva, no a un milagro. RiveConsejo 49. 6k973

El pasado 29 de noviembre el piloto de Fórmula 1 Romail Grosjean sufrió un espectacular accidente. En la Fórmula 1, en la competición en general, en la aviación también, cuando hay un accidente se hace una investigación técnica para entender las causas y poner soluciones de cara a que no se repita el mismo siniestro en todos los ámbitos. El tema de buscar responsabilidades es totalmente paralelo y no entra en la parte técnica. Ayer lo comentábamos en el podcast el tema del HANS y del accidente de Alonso y cometimos un error por hablar de memoria. El HANS es una de esas tecnologías que han salvado la vida de Grojean. El HANS son las siglas de lo que en español sería: soporte para cabeza y cuello. El inventor del HANS es Robert Hubbard, fue instaurado en F1 en 2003 y su objetivo es evitar las fracturas de la base del cráneo en los accidentes. Esto nos da pie a en oro episodio hablar de las sillas a contramarcha para los niños. Robert Hubbard falleció a comienzos de 2019 y su invención ha salvado, en el mundo de la competición automovilística muchas vidas. Podríamos hablar de una de las tecnologías más importantes en seguridad pasiva en competición desde el año 2000. Robert Hubbard fue profesor de ingeniería biomecánica, ciencia de materiales y mecánica en la Michigan State University. Antes de ser profesor fue ingeniero en General Motors en la sección de seguridad pasiva. El HANS nace de un doctorado, y seguramente sin ningún “copia pega”, un doctorado sobre “las propiedades mecánicas del hueso del cráneo”. El fallecimiento de un conocido le llevó a desarrollar el HANS y presentar la primera patente en 1985 que no despertó ningún interés. Patente original: https://patentimages.storage.googleapis.com/45/12/77/1be7ed652e23d9/US4638510.pdf A finales de los 90 los pilotos de F1 lo rechazaban porque era incómodo… Lo nuevo siempre genera rechazo, incluso el cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje generó rechazo. La NASCAR lo impuso como obligatorio incluso antes que la F1 que lo hizo en 2003 Este es uno de los ejemplos en los que la tecnología salva vidas y ha tenido mucho que ver en que Grosjean saliera por su propio pie del habitáculo después del impacto. Me gustaría en uno o dos días desgranar más elementos de seguridad imprescindibles en los que algunos llaman milagro y otros lo llamamos eficacia de la tecnología en seguridad pasiva, esa que a los gobiernos para el día a día se les ha olvidado en muchos casos pendientes de un futuro coche autónomo que no tenga accidentes. Vamos a repasar el accidente y ver si los datos que se pueden leer en los distintos medios tienen sentido o no: “A 221 km/h, 56 G de fuerza, quemaduras leves y ningún hueso roto” Seguramente quien ha escrito este titular tiene mejor información que nosotros porque un coche de F1 está totalmente monitorizado y en el box saben casi todo lo que pasaba en el instante inmediato antes del impacto. Lo que seguro que en el box saben es que 56 G no es una fuerza, es una aceleración. El domingo cuando Gabi me mandó la noticia casi en directo del accidente estaba estudiando criterios biomecánicos de crash test con dummies infantiles. En concreto estaba con un crash test que en bancada tenía una deceleración de 37 G y en la cabeza del dummy Q10 un pico de aceleración máxima durante 3 milisegundos de 90 G. Mañana hablaremos del Halo y como todos los periodistas dicen que ha salvado la vida del piloto de F1, pero nunca un solo sistema de seguridad salva la vida, siempre es el conjunto de muchos sistemas de seguridad. Si el coche ha decelerado con 56 G, que me parecen pocos, el cuerpo por el arnés ha sido muy solidario con el coche y la cabeza lo ha sido con el resto del cuerpo con lo que sus aceleraciones han sido superiores pero no en la proporción de superioridad de una persona normal en un coche normal con ese mismo impacto. Hay una aceleración y un desplazamiento que la tecnología no es capaz de mitigar, la aceleración del cerebro dentro de la cabeza. Todo impacto tiene 3 impactos: El del coche, el del cuerpo contra el cinto, airbag y demás y el de los órganos internos contra las propias estructuras del cuerpo. En RiveKids siempre recordamos que la severidad del impacto la marca la deceleración, no la velocidad: https://www.rivekids.com/no-la-velocidad-no-no-lo/ También puedes seguirnos en https://www.rivekids.com/ Instagram RiveKids: https://www.instagram.com/rivekids/ Twitter RiveKids: https://twitter.com/RiveKids Facebook RiveKids: https://es-es.facebook.com/rivekids “El verdadero viaje es el que termina como comenzó, con felicidad e inocencia” RiveKids ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/851853 2r475e