El instituto (Stephen King) Decimoséptima y última parte 21i6j

Llevaba en el bolsillo el gol quito el que encendido a plena potencia y conectado al auricular de voto emprendido del oído todo su personal tenía sintonizados el mismo canal se que aquí estoy jefe con la doctora en nuestro expuestos ese era el cocinero quien a veces en tiempo es mejor se había sentado con los niños a cenar y lo sabía obsequiado con trucos de magia que hacían reír a los más pequeños también vemos el vehículo negro nueve plazas suburbano tajo y no correcto gladys en el tejado señor esta causa con el material ya preparado solo tengo que combinar los ingresos antes empiece si hay tiroteo pero ya no era cuestión de si lo habría sino de cuando y para ese momento faltaban sólo tres o cuatro minutos quizá menos entendido rosalynn en mi puesto aquí abajo el zumbido es muy sonoro creo que están conspirando esta causa no tenía la menor duda al respecto no duraría mucho pronto estarían todos muy ocupados asfixiando permanezca en su posición rosalino no se dará cuenta y estará otra vez en y park viendo a los shocks vendrá usted conmigo sólo si puedo animar a los yanquis salió después del calor del día el aire nocturno resultaba fresco y agradable sintió un repentino afecto por su equipo aquellos que habían permanecido a su lado si su opinión contaba para algo serían recompensados pasara lo que pasara esa era una misión difícil y se habían quedado para cumplirla el hombre al volante del suburbano era un insensato sin duda duda lo que no entendía no lograba entender era que las vidas de todos sus seres queridos sabían dependido hasta ese momento de las actividades que se llevaban a cabo allí pero eso ya había terminado lo único que el héroe insensato podía hacer era morir esta cause acercó al autobús escolar aparcado junto al palo de la habana era y abrió a su tropa por última vez tiradores quiero que os concéntrese en el conductor de acuerdo el que lleva la visera de la gorra hacia atrás luego acribillar todo el condenado artefacto de delante hacia atrás apuntada alto a las ventanillas bola de esos cristales tintados disparada la cabeza recibido ellos acusaron recibo empezada disparar cuando yo levante la mano repito cuando levante la mano esta cause situó delante del autobús apoyo la mano derecha en la superficie fría y perlaza de relevante con la izquierda se agarró al palo de la bandera luego espero diecinueve adelante indicó tim se hallaba en el suelo detrás del asiento del conductor lo que estaba debajo de él por favor no me obligue a hacer esto dijo la señora si xvi si al menos me hubiese dejado explicarle por qué es tan importante este sitio adelante ella avanzó las luces se acercaban vi allá el autobús y el palo de la bandera y atrevo de pie entre ambos veinte ha llegado la hora dijo haber y esperaba a tener miedo había tenido miedo al despertar en una habitación que se parecía a la suya pero no lo era y después carry cross lo derribó de un golpe y tuvo más miedo que nunca ya no lo tenía estaba eufórico su madre cuando limpiaba ponía incesantemente una canción en el estéreo y acudió a su mente un verso quedar en libertad se acercó a los niños del pabellón aquella formaban un círculo galicia nikki york y geles lo siguieron haber y tendió las manos cali le cogió una iris la pobre iris que podría haberse salvado si aquello hubiese ocurrido siquiera un día antes le cogió la otra la mujer que montaba guardia frente a la puerta dijo algo a gritos una pregunta pero su voz quedó ahogada por el creciente zumbido los puntos reaparecieron ya no te no es sino intensos cada vez más intensos las luces de estas y llenaron el centro del círculo rotando y elevando se como la lista del poste de una barbería brotando de alguna base profunda de poder regresando allí volviendo luego a ellos renovada y aún más potente cerrar los ojos no ya un pensamiento sino un pensamiento por encima del zumbido haber y los observó para asegurarse de que obedecían y finalmente los terror también él esperaba ver su propia habitación en casa o quizá el jardín trasero con el columpios y la piscina hinchable que siempre montaba su padre a finales de mayo el día de los caídos pero no fue así lo que vio detrás de sus párpados cerrados lo que vieron todos ellos fue el patio del instituto y quizá no debería haberle sorprendido era cierto que allí lo habían tirado al suelo y se había echado a llorar lo cual fue un mal comienzo para esas últimas semanas de su vida pero luego había hecho amigos y de los buenos en casa