CarPlay Ultra y el control 2nu36

Hola, bienvenidos a Lo Opinfinito, el podcast diario de Applesfera sobre Apple y su ecosistema.

Yo soy Javier Lacorte y empezamos.

Bueno, antes de comenzar, un rápido aviso parroquial. El jueves pasado, el jueves 29, el episodio que publiqué fue titulado Talentazo Indie y por lo que me avisáis algunos de vosotros hubo algún error extraño por el cual no salió en todas las plataformas. Sí que salió, creo, a primera hora en Spotify y algunos de vosotros en otros sitios, en Pocket Cast, en Apple Podcast, en Apple Podcast no estoy tan seguro. Sí que lo pudisteis escuchar más o menos como siempre, pero en otras aplicaciones, en otros podcasts, por lo que sea, no lleva tiempo.

Y ya digo, fue un error extraño. Luego fue subsanado unas cuantas horas después, pero no creo que llegase a todo el mundo, porque de hecho las cifras de escucha siguen siendo bastante inferiores a la habitual que tienen más o menos todos los episodios cuando han pasado ya 24, 48 horas. Con lo cual, si alguien se quedó con ese pendiente y lo quiere recuperar, pues ahí está. En teoría ya está completamente subsanado. Con lo cual, ahí queda ese episodio talentazo indie del jueves 29.

Dicho eso, tema del día. Han pasado tres años ya casi desde su anuncio, pero CarPlay Ultra por fin ha llegado. La realidad es un poco diferente a las expectativas que Apple generó en 2022. Lo que se presentó en su momento, como una revolución para la experiencia del coche, se ha convertido no solo en eso, sino también en una especie de campo de batalla por el control y Apple, de momento, está perdiendo un poco. Esto de CarPlay Ultra es el nombre oficial con el que llegó ya oficialmente y fue presentado hace un par de semanas. No dije nada en su momento, porque solo llegó simplemente el nuevo nombre y la presentación por parte de Apple y quería dejar que pasara un poco más de tiempo y ver reacciones y demás y qué pasaba con él antes de entrar en materia. Y eso es lo que ha ocurrido. Entonces lo que voy a hacer es lo de siempre. Os comento los hechos y luego vamos con las valoraciones y comentarios que os voy a contar.

Los hechos son que CarPlay Ultra, el nombre que tiene el nuevo CarPlay que decíamos hasta ahora, se ha lanzado este mes, pero solo en los coches de Aston Martin en EEUU y Canadá. Es decir, 3 años después de la presentación y con retrasos porque la fecha prometida era 2024, que Apple incluso llegó a eliminar la referencia del sistema de su propia web, el despliegue es muy limitado. Y lo más llamativo no es lo poco que ha llegado, sino lo muchísimo que se ha quedado fuera oficialmente, digamos. Porque en la lista de fabricantes que han rechazado CarPlay Ultra, que es bastante grande, BMW, Mercedes-Benz, Toyota, Volkswagen, General Motors con todas sus marcas, Chrysler, Mazda, unos cuantos más. De hecho, incluso Mercedes-Benz, que inicialmente estaba comprometida con Apple, ha dado marcha atrás. Y esa resistencia en bloque no es casual, es una respuesta a lo que CarPlay Ultra realmente representa, que es un intento muy agresivo de Apple por hacerse con el control de la experiencia dentro del coche.

A diferencia del CarPlay tradicional, que al final funcionaba y funciona como una aplicación más dentro del sistema del coche, CarPlay Ultra, lo que ya sabíamos, aspira a convertirse en el sistema operativo completo del coche. Toma el control del cuadro de instrumentación, del infotainmiento como antes, de los controles de climatización, de la configuración del coche, hasta de la radio AM-FM. Es una integración tan grande y tan profunda que, según Aston Martin, salir de CarPlay Ultra para acceder al sistema nativo del coche es un poco complicado. Esa frase me parece importante. Para entender las implicaciones de eso hay que entender lo que significa realmente CarPlay Ultra para el fabricante de un coche o cualquiera. Marcas como BMW, Mercedes y Toyota, todas, en mayor o menor medida, invierten muchísimo dinero, invierten cientos de millones de dólares en desarrollar sus propios sistemas de infotainmiento. Y no es solo una cuestión de software, es parte de su identidad de marca, de su propuesta de valor diferencial.

Cuando compras un BMW, pues compras su motor, compras su aspecto, compras sus acabados, compras muchas cosas. Pero en esa compra en bloque de la experiencia BMW, digamos que incluye también su interfaz iDrive, su diseño visual, su forma concreta de organizar la información, su cuadro de mandos. Todo eso aplica incluso a los anillos de luz ambiental de Mercedes-Benz o los sistemas de Toyota. Toda esta personalidad digital que cada marca desarrolla durante años. CarPlay Ultra supone una amenaza, supone concretamente la amenaza de convertir todo eso en irrelevante. Supone que si la gran mayoría de s se acostumbran a conectar su iPhone y usar exclusivamente la interfaz de Apple, ¿para qué sirve haber invertido todo ese dinero en desarrollo propio? El coche se convierte en cierta medida en una especie de plataforma genérica para ejecutar software de Apple. Hay un paralelismo histórico aquí que creo que es muy esclarecedor, que es que cuando Google lanzó Android, muchos fabricantes de móviles lo adoptaron porque les daba a un sistema operativo moderno sin el coste de desarrollar uno propio.

Pero con el tiempo, Android se fue estandarizando tanto que muchos móviles Android empezaron a parecer muy, muy, muy similares entre sí y la diferenciación se les volvió aún más difícil.

Los fabricantes de coches han seguramente tomado apuntes de lo que ha pasado aquí, de estas cosas.