La INMIGRACIÓN más PELIGROSA de todas 501j47

El presidente del Partido Popular, Núñez Feijóo, ha declarado que, cuando gobierne, los inmigrantes ilegales que cometan delitos serán expulsados de España.

Más de lo mismo es la clásica medida anti-inmigración que los partidos europeos de derecha conservadora sacan a relucir de vez en cuando.

Cuando detectan en sus encuestas que la gente ya empieza a cansarse de verdad del descontrol de la inmigración. Por supuesto, luego, cuando llegan al poder, nunca expulsan a nadie.

La medida ni siquiera es original en España, pues hace unos meses ya la propuso el partido Junts en Cataluña. En este caso, aún peor, porque Junts se refería a los inmigrantes ilegales delincuentes multirreincidentes. Y no lo hacen por convicción real, sino por miedo a la competencia del partido Alianza Catalana, liderado por la fanática antiespañola y sionista Silvia Orriols.

¿Es una broma apesada que Junts, el mismo partido que hace 20 años decidió inundar Cataluña con cientos de miles de inmigrantes, ahora pretenda que nos creamos que quieren controlar la inmigración? Pero es que, además, ¿de qué serviría echar a los 3.000 ilegales delincuentes que hay en Cataluña? Teniendo en cuenta el nivel de invasión que existe en Cataluña, que en algunas zonas ya ha superado la línea de no retorno, no serviría de nada. Esto es un brindis al sol que no soluciona nada ni va a la raíz del problema.

Igual que el debate que se abrió hace poco acerca de prohibir el burka y el nihab islámicos en escuelas y en espacios públicos, medida que tampoco serviría para nada. Primero por lo mismo porque el porcentaje de mujeres musulmanas que llevan burka y nihab es muy bajo. Y segundo porque aunque se lo quiten, si cada mujer de esta sigue pariendo a 5 mohameds y a 5 abduls, pues seguiremos estando en las mismas. La invasión seguirá exactamente igual.

Invasión que además es de reemplazo étnico, no religioso. Es que incluso aunque todos los magrebíes y árabes de España se convirtieran al cristianismo, el problema de fondo seguiría existiendo igualmente. Una España habitada por magrebíes y árabes cristianos tampoco sería España. Y si se quitan el burka y el nihab y se integran más, peor, porque si lo que queremos es que vuelvan a sus países de origen, cuanto menos se integren, mejor. Y aquí siempre llegamos a la misma línea que incluso mucha gente que defiende posturas anti-inmigración es incapaz de traspasar.

Muchos de ellos siguen diciendo cosas como... Yo solo estoy en contra de la inmigración ilegal.

Si vienen legalmente, que vengan todos los que quieran. Si vienen a trabajar, que vengan todos los que quieran. Si se quitan el velo y se integran, no tengo ningún problema en que estén aquí. Todos estos pensamientos son tremendos errores que no ven el fondo del problema. O no quieren verlo y aún piensan que el problema de la inmigración masiva de reemplazo étnico que sufrimos aún se puede solucionar fácilmente y sin dolor. Y no entienden que no, que a estas alturas la solución muy difícilmente será fácil y sin dolor.

Igual que tampoco entienden cuál es el principal problema. Que no es ni la delincuencia, ni el yihadismo, ni las bandas latinas, ni las manadas de agresores sexuales. Aunque, por supuesto, hemos de denunciar todos estos problemas. El principal problema es la inmigración masiva de reemplazo étnico. Son los millones de inmigrantes que no paran de llegar a España.

Legales o ilegales, trabajen o no trabajen, se integren, mucho, poco o nada, da igual.

Porque los políticos, los medios de comunicación, el Banco de España, los empresarios, incluso el Tribunal Supremo, que buena parte de la derecha lo tiene como un referente, ya han decidido que ante el declive demográfico del pueblo español, van a importar a decenas de millones de inmigrantes para que lo reemplacen y se conviertan en los nuevos españoles. En esas circunstancias, ¿cuál es la inmigración más peligrosa? Obviamente, la más numerosa.